Biblioteca Theo Beusink
“Rafael Rodríguez Ponce tenía un apodo, “el Majara”. En verdad que terminó algo trastornado, pero nunca estuvo totalmente loco, de tonto no tenía nada. A él Casa Migrante debe la idea de cultura crítica y la biblioteca. Que dure su memoria y lo que le debemos a él.” (Theo Beusink)
